La ruta comienza y termina en el paraje destinado a la romería de San Isidro, con su ermita de construcción moderna.
Es una ruta de contrastes, pues originalmente bajamos hacia el río Ardila. En este trayecto podemos visitar un poblado visigodo, con algunas construcciones de piedra aún en pie. Es un poblado que abarca unas 2 hectáreas de extensión. Más adelante veremos unos pilares que manan abundante agua: cerca de ellos pero metida en un jaral y que no se divisa desde el camino, se encuentra la fuente de los cabriles, a la derecha de nuestro sentido de marcha.
Posteriormente nos encontramos con otro punto de interés en terreno llano, como son los grabados de Nijata.
A lo largo de su recorrido podremos observar muchas chozas, algunas reconstruidas.
En esta ruta observaremos animales domésticos: ovejas, cabras, perros, gallinas, cerdos, mulas, burros, caballos, vacas… y también salvajes: zorros, ánades, garzas, cogutas, trigueros, herreritos, mirlos, estorninos, águilas, conejos, liebres, perdices…
La especie arbórea dominante es la encina, los arbustos que más se observan, las jaras y las adelfas.
Tiempo de realización: 4 horas.
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